sábado, 14 de noviembre de 2009

Revelaciones del silencio


Dibujo de cubierta de R del Silencio Gélico.

La hondura del deseo no va por el secuestro del fruto.
Deseoso es dejar de ver a su madre.
Es la ausencia del sucedido de un día
que se prolonga y es a la noche que es ausencia
se va ahondando como un cuchillo.
José Lezama Lima.
Cita tomada del libro
Revelaciones del silencio

Por mucho tiempo permanece ya, la autoridad del crítico que se nos presenta con transparencia, como sucede cuando una persona no está montada en un personaje que le es ajeno, y además, es la de un nombre que acumula todo un arsenal de artículos muy completos, que registran las voces de la trova, la novísima y la tradicional, también sobre el feeling, la promoción de discos y de fenómenos de la música en general y de los buenos espacios culturales, también lo social. Incluso, me atrevería a decir que cuando transgrede esas fronteras hacia temas menos musicales, lo hace con argumentos que no terminan en conceptos vacíos, con astucia de un periodismo cultural e investigativo serio, que no necesita estirarse, ni esconde su independencia de criterios, sin que por ello asuma dotes de héroe o sabelotodo a ultranza de atrincherarse al espacio inmediato de la provincia. Su lenguaje es fluído y enriquece el texto sin tropos, lo carga de ironía y algunas veces se da el lujo de ser sarcástico.

Cuando la obra de un creador está en sus contenidos, (como referencia), puede esperarse un ojo sumamente critico, avizor, y sin ambigüedades. Se concentra en su valores y nos adelanta un poco más del estado de esa obra en cuestión y de su permanencia. Pero, el periodismo no es sólo su tierra fértil, la décima, el soneto y la poesía, ocupan un grado de importancia, con jerarquía de quién domina esos espacios que a él le son naturales; poéticas formas de entregarnos su paso existencial, la emoción que inspira y sublima los temas que toca, con sencillez y testimonio, con originalidad de lo que a él le rodea y sabe apropiarse con inteligencia del tono grave. Nunca lo hace con exceso de anécdota; sus excesos si los hay, se localizan en una zona más profunda de la reflexión con la que indirectamente asume otros tonos que tienden a dinamizar la fuerza expresiva de sus versos y para no acomodarnos en la costumbre de una lectura sin complicaciones, apela a lo hondo de sus temas, sin prejuicios y sin repetir desde la diversidad de los géneros con los que trabaja, sus esencias. Creo que esto lo logra por una especie de encanto, de flash que coloca los recuerdos que evoca en presente, los activa con magia y nos obliga a ser cómplices. Otras veces he creído ver en sus poemas postales que el poeta nos revela como dice uno de sus libros desde el silencio. Lo hace siempre con transparencia, -que es su máxima-, sin que el cuerpo del libro pase a búsquedas de estructuras y objetos delineados como artesanía, vuelve mejor al campo de las emociones y se confiesa: Ustedes tendrán una enorme página en blanco,/ el indescifrable manuscrito del fulgor,/ la locuaz estadía de la soledad;/el albo canto del cisne /contra los sencillos muros del silencio.

Juan Carlos Recio, NY/ Noviembre 14 del 2009.

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FAUNA

Esta soledad
tiene tantos intersticios
para poder aprovechar sus privilegios.
Uno atisba detrás de cada grito
tratando de dejar algunos segundos de lección
para esconder un pedacito de recuerdo;
pero los goznes de la puerta suenan alto,
y los vigías se gozan de exhibir
la última excreción de sus pobrezas.
Porque la luz que hemos abierto
tiene demasiado encanto,
tiende siempre a responder la mejilla
y rompe la cadencia del garrote.
No nos pueden perdonar la intención de elegir para morirnos
cualquier día de la primavera.



LA SOLEDAD ES IMPRESCINDIBLE

La soledad es imprescindible
para beber este vino,
para refugiarnos en este pequño parque
donde solo los niños
pueden adivinarnos las angustias.
Aferrados a soportar el tiempo,
sobrevivir en las imágenes
que luego mostraremos
para mentir que hemos vivido
Son estas tardes
en la soledad del vino
la única ocasión
para vernos de golpe
frente a nuestros desgarrones,
habitar fugazmente los sueños
y fingir
que hemos conquistado
al menos la ciudad,
aunque solo el silencio
pueda contar
nuestras ganancias.
Volvemos a cruzar entre las ilusiones
sabiendo
que la cercana libertad de la noche
puede traernos
otras desesperadas traiciones.
En este poco espacio que hemos heredado
hacemos y deshacemos
nuestros pasos
reinventando una puerta cada tarde
para salir de nuestras trampas
sin darnos cuenta
que más allá,
aún después de más allá,
solo encontraremos
otro pequeño parque
con sus dosis de vino
donde dos
que vuelven cada tarde
abren sus máscaras.



Plétora




Hago el recuento:
cuando el amor
y la ciudad se pone de un modo tan difícil
que no hay revelación
sino el enfrentamiento con todas las murallas
Lina de Feria.



Decidieron abrirse a todas las aguas,
quedar al resplandor de las alucinaciones,
libre el igneo latir
tantas veces guardado.
En este parque, un día de marzo de 1977,
ya muy tarde,
desgarraron las inflamadas máscaras;
el temor a salir de sus sombras.
Fueron elegidos
esta noche y de una vez,
no fue el azar,
fue el cúmulo de ráfagas,
estuvieron detenidos
uno en el otro
esperando este exacto sitio del espiritu.
Sus ojos se asoman
a otra estación
ya nunca volverán
por los mismos lares.
Fue demasiado el tiempo,
las flechas ocultadas.
Van en pos de todas las aguas
de la purificación del vicio,
bajo el rayo
de la preferida miseria.
Poco importan los posibles bullicios después del alba,
los lanceros ululantes en la orilla,
el rito habitual de las reprobaciones.
En este parque, un día de marzo de 1997,
ya muy tarde,
desde las tormentas del silencio
salieron a encontarse.
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Les recomiendo leer más sobre el poeta en:
http://alascuba.blogspot.com/2008/12/alexis-castaneda-santa-clara-1957.html
sobre todo los textos, Postal de Bolero, y Solos ud y yo, Dulce María.
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(Foto del autor cortesía de Cañasanta)




Poemas tomados de los Libros El sitio de la soledad, y Revelaciones del silencio. Alexis Castañeda Pérez de Alejo, santa Clara 1957. Poeta y crítico. Ha incursionado en el ensayo. En 1990 Ediciones Capiro publicó su poemario El sitio de la soledad; en el 2001 apareció por Sed de Belleza, el testimonio de su autoría Yo simplemente hago o la aventura del Mejunje. También Capiro, publicó en el 2001 el poemario en décimas Vicios de la nostalgia, y en el 2002 Revelaciones del silencio.
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1 comentario:

gel dijo...

Me encanta tener a Alexis por acá, donde todos nos sentamos en el aire y nos llenamos de bbuenos textos y autores. También tengo el gusto y el honor que la portada del poemario "Revelaciones del Silencio" fue ilustrada con uno de mis cuadros. Gracias Alexis, gracias Juan Carlos, por tenernos presente!