sábado, 26 de noviembre de 2011

Las únicas perfecciones posibles


Si fuera pensar y no existir

recuerdos del recuerdo

cómo se vivió en lo ya pensado,

aquellas vidas que al pasar

no desaparecieron

y desde la mente nos evalúan

intactas:

personas que fueron

igual a esos amores pensados para vivirlo.

Reales  en trazos

ajenos a sus clarividencias.

Sin entender que se perdían

por esas vidas

de otros amores en otros cuerpos

a los que pusimos también a vivir

en función de todo eso.

Si fuera lo que se pudo imaginar

las actuantes simples del resplandor

de esos amores que fluyen

unas perfecciones sin que olvidáramos

cómo se verán sus latidos

cuando a la hora de la muerte

imaginen la belleza de sus rostros

como un crimen.

Si fuera decirlo con encanto

y colocar las palabras en sus piedras

pensadas con la exactitud

de lo mínimo donde nadie

miraría por ejemplo:

un charco no visible de saliva

sobre un borde del labio menos mordido;

si de verdad fuera lo imposible

ninguno de los amores creados

pudieran asumirse por compasión

en algunas de las formas

donde ignoran por crueldad su derrota.


Juan C Recio
NY/ 26 de noviembre del 20011

5 comentarios:

Anónimo dijo...

este es muy bueno juan carlos, la derrota y la compasión, esas cosas que deberían ir juntas, casi nunca lo hacen, más bien se repelen y separan, porque el que derrota normalmente supone que la compasión haría menos grande su victoria, gracias por este texto, un beso, sonia

I. Hernández dijo...

Hermoso poema Juan Carlos. Me ha gustado mucho.

Saludos,

Anónimo dijo...

Sin entender que se perdían


por esas vidas


de otros amores en otros cuerpos

Muy bueno esto, y muy bueno el poema.

Anónimo dijo...

Sin entender que se perdían


por esas vidas


de otros amores en otros cuerpos

Muy bueno esto, y muy bueno el poema.

Viera

Ruth Ana López Calderón dijo...

Por facebook

Se perdió la espacialización, tal vez, pero no el bello y profundo contenido...gracias Juan Carlos Recio, un abrazo!