Foto de Emmanuel Juárez
Estos poemas de Félix Luís Viera, que hoy les presento de su libro La patria es una naranja, tienen esa dosis de inspirarnos mientras nos acercamos al poeta que vive lejos de su tierra natal, pero está en ella como el zumo que trasciende el dolor más íntimo para que entendamos el nuestro; desgarrados los versos, claridad de concepto y un alma que ya no le teme al blancor con el que miran los hombres que saben decir las cosas precisas en un tiempo difícil, donde toda belleza de vivir pasa por el recuerdo y sobrevive contra todo lo demás con una precisa forma, muy simple y profunda, llegarnos con el contenido de unos versos que no tuvieron la necesidad de ser escritos por un inocente en la playa, ni en otra posa, ni bajo otro árbol que no sea esta copiosa fronda desde donde el poeta se mira y nos mira. Es un árbol existencial pero sin frutos secos, son los versos que no hacen diferencia de generaciones, incorporan la fuerza de un espíritu que sufre y conmueve, que añora y presagia y sabe:
Dice el Himno Nacional: “Morir por la patria es vivir”.
Sin embargo, a veces, más bien,
vivir por la patria es morir.
Foto de Emmanuel Juárez
La enorme ciudad de México se ahoga entre vapores.
Compacta, dispersa
rebosada de cúspides y abismos
el esmog clava su ácido frío en los pulmones del alma.
Hay tantas gentes con peceras,
pero otros tantos que como mi madre nunca han visto el breve latigazo del
pececito rojo
arrullándole el estrés;
hay millones que ni siquiera saben qué significa la palabra estrés.
Van tantas mujeres con medias negras y la prisa en los senos.
Sus habitantes conocen a la muerte como a las campanas de las catedrales.
Muchos niños sospechan que no pasarán de serlo, los mendigos,
en su sueños de acera, acarician los zapatos
de un joven recién estrenado ejecutivo.
Mas
como si el hombre aún conservara la parte de humano que le toca
en la avenida Juárez las magnolias florecen
en medio de los últimos escupitajos que le han arrojado a su blancura.
Foto Emmanuel Juárez, representación en escena de La patria es una naranja
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Bajo esta llovizna,
en medio de este frío,
entre estas calles anchas y arboladas,
brillantes por el asfalto negro,
¿se habrá de detener tu corazón?
¿Se detendrá tu corazón dentro del Gran valle?
¿Regresarás a la patria convertido en una bolsita de cenizas?
Inerte, ¿harán volar tu corazón hecho cenizas,
cual pájaro hecho cenizas,
por sobre la inmensidad del Golfo,
hasta la tierra donde una vez tú cantabas?
¿Habrá de detenerse tu corazón dentro de este frío donde siempre
es medianoche?
Junto a esta grisura de los árboles
del atardecer
de la avenida tuya de cada día,
¿habrá de detenerse una agrisada tarde tu corazón?,
tu tan jodido corazón,
tu corazón lleno de bilis,
tu corazón con tantas muescas de derrotas,
¿habrá de detenerse
bajo la densidad de este cielo,
pisoteado por la lluvia ácida,
envuelto
en la densa capa del olvido?
Representación escénica de La Patria es una naranja fotos Emmanuel Juárez
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Lejos de la patria has conocido a una mujer
que tiene una pecera
y que en las noches se arrulla con el viento lunar.
Ella te salvó del frío y de la constante, inmensurable soledad
en la enorme Ciudad donde nadie te amaba.
Tú estabas lejos de la patria
o mejor dicho tú en ti habías extraviado la patria
y los senos de esta mujer te hicieron encontrarla,
los jugos de su interior te dieron las franjas
de la bandera de tu patria que habías extraviado.
Ella bajaba cuatro pisos para verte
en los amaneceres donde tú no te hallabas el lugar de la boca
y te amaba creo que como se ama
un espectáculo largo tiempo admirado y pretendido,
su sexo se asemejaba al pastel que quisiste
cuando niño:
era tierno y crujiente y parecía recién sacado
de un horno tibio,
su vientre se parecía a la patria
porque uno no quisiera abandonar su calidez,
una mujer morena cuyos ojos eran los más temibles retadores de la noche.
Sus senos debieron ser esculpidos por aquel que supo
sembrar el néctar en la piedra.
Tú chupabas sus senos como si fueran
la última baraja marcada.
Ella te sacaba todos tus jugos
y el tintineo de su voz
te hizo asegurar
que algún día los hombres se amarían
de modo que la patria comenzara en un prado
y terminase en las piernas de una mujer
y en las manos de un hombre sobre esas piernas.
Era morena y furtiva en las mañanas y antes de llegar a ti
ya su sexo había probado el rocío.
Tu supiste que sus nalgas habían sido tocadas por Cristo
y por eso jamás morirían.
Era morena como el sol que cae tras las montañas
en la inmensa Ciudad.
Otra escena de la Representación de La patria es un naranja fotos de Emmanuel Juárez
Dibujo de Samuel F
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Tirano de la patria,
no es el poeta quien te odia,
quien te aborrece es la poesía.
Foto tomada de la red
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Isla de Cuba,
cuántas guitarras han sido rotas en tu nombre,
cuántos tiranos te han violado luego de haberte proclamado doncella
nuevamente,
cuántas muchachas han mordido el polvo de su Sueño
luego de que el azulísimo mar se ha hecho rojo con la sangre de sus amores,
cuántos niños han perdido sus globos bajo el trueno prometedor de la Justicia.
Cuántas gonorreas, cuántos chancros
han depositado en ti tus salvadores,
cuántos, blandiendo el rojo matiz de la poesía,
han encadenado tus ojos, han lanzado
en aviones de papel la mentira de ti como una fruta plástica.
Isla de Cuba, sangre que no termina,
¿dónde te hallas en esta noche, dónde
que tus boleros no me alcanzan, dónde
que aquellas mujeres no me afierran los tímpanos con sus risas como
pífanos que estallan, dónde los negros que no llegan acezantes, tautológicos,
serenos como sierpes en fuga, dónde
las negras que no me asaltan con sus culos como bastiones bíblicos?
Y ¿dónde, dónde aquellas mulatas
que bajo las nieves de los relámpagos consagran la hostia?
Dónde,
amor mío,
en esta noche cuando
me dueles en toda la boca,
cuando
inútilmente
te busco en el lejano frío.
Foto Emmanuel Juárez sobre la escena de La patria es una naranja
Poemas cortesía del poeta, de su libro inédito La patria es una naranja.
Para leer más sobre el poeta pulse aquí:
http://arique.50webs.com/viera-felix-luis.html
http://raultapanes.cubaunderground.com/entrevistas-viera.html
http://www.otrolunes.com/hemeroteca-ol/numero-04/html/en-la-misma-orilla/en-la-misma-orilla-n04-a07-p01-2008.html
http://laprimerapalabraque.blogspot.com/2010/03/poemas-no-incluidos-en-libro-ii-felix.html
http://www.eforyatocha.com/search/label/Felix%20Luis%20Viera
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Foto: Emmanuel Juárez.
Félix Luis Viera: (Santa Clara, 1945) Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La que se fue (2008, Red de los Poetas salvajes, México); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986. ) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2003) y la novela corta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2002, 2006 y 2008, Edizoni Il Flogio, Italia.) Su más reciente novela, Un ciervo herido –que aborda el tema de las Umap, eufemísticamente llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción y, en realidad, campos de trabajos forzados establecidos en Cuba en la década de 1960–, ha sido traducida al italiano por la editorial L´Ancora del Mediterráneo. Actualmente es ciudadano mexicano.
Contraportada de La patria es una naranja
17 comentarios:
Traducì algo de estos poemas al italiano!
Gordiano Lupi
www.infol.it/lupi
Mi querido Felx, estos poemas están enormes.
Te ves lindo en el taller del José Martí.
Te abrazo
R Carralero
Los poemas de Félix Luis están soberbios, crónica y maldición política, los dos más breves son fulminantes, si el administrador del blog me lo permite agrego que si esas mujeres son de mexico qué hago yo en otro país?
Andrés Pons
Estimado Giordano Lupi, gracias por su lectura, puse el link en el post Para leer más del poeta aquí:
lo leí en su bitácora, doblemente contento por este gran poeta y mejor persona F L Viera.
Horacio Montes-Bradley La patria es una naranja, poesía inédita de Félix Luís Viera
Gracias por traer a mi conocimiento un excelente trabajo como el de Viera.
Me dolieron mucho, pero mucho, tus poemas, caro FeLui... Lo cual quiere decir
que son certeros y poderosos, como lanzas.
Tu amigo que te admira, hoy un poco más,
Alesso
Sólo hay una cosa mejor que la poesía de Félix Luis Viera: tener la suerte de ser su amigo. Te mando un abrazo, hermano.
P.S. Mi estimado Andrés, es bueno saber que la vida se empeña en ponernos en el mismo cuadrante del gusto literario.
Maestro Viera:
Gracias por mandarme el enlace a estos poemas. Son maravillosos y diversos, erotismo y mucho dolor al mismo tiempo, magistral lo de la ciudad de Mexico y el aviso al dictador en tres lineas solamente. Cuidese.
Un fuerte abrazo. Lupita
GRACIAS, hermanito, por compartir tu poesía con mi desamparo. De verdad que tus VERSOS me conmueven por la limpia rabia que los preside, y el candoroso amor que los suscribe. "Van tantas mujeres con medias negras y la prisa en los senos" que esta ciudad que nos ahoga, se convierte en nuestro azar, en nuestro derecho a vivir en los volúmenes del polvo. Como quiera que sea hay un ardor que nos sumerge en sus avenidas y en sus peligros. Tu poema a la ciudad de México es revelador. Gracias. CARLITOS OLIVARES BARÓ.
Felix: Magnificos tus poemas.
"Ella bajaba cuatro pisos para verte
en los amaneceres donde tú no te hallabas el lugar de la boca
y te amaba creo que como se ama
un espectáculo largo tiempo admirado y pretendido,
su sexo se asemejaba al pastel que quisiste
cuando niño:
era tierno y crujiente y parecía recién sacado
de un horno tibio,
su vientre se parecía a la patria
porque uno no quisiera abandonar su calidez,
una mujer morena cuyos ojos eran los más temibles retadores de la noche.
Sus senos debieron ser esculpidos por aquel que supo
sembrar el néctar en la piedra.
Tu chupabas sus senos como si fueran
la última baraja marcada.
Ella te sacaba todos tus jugos
y el tintineo de su voz
te hizo asegurar
que algún día los hombres se amarían
de modo que la patria comenzara en un prado
y terminase en las piernas de una mujer
y en las manos de un hombre sobre esas piernas.
Era morena y furtiva en las mañanas y antes de llegar a ti
ya su sexo había probado el rocío.
Tu supiste que sus nalgas habían sido tocadas por Cristo
y por eso jamás morirían.
Era morena como el sol que cae tras las montañas
en la enorme Ciudad".
Tienen el vigor de un toro de lidia y el fragor del tropico en cada estrofa.
Un abrazo!
Querido Viera: Muy bello el trabajo que estás haciendo por (y que otros hacen con) tus poemas de La Patria es una Naranja. El libro lo merece. Es uno de los mejores libros de poesía que he leído, así que le auguro un buen destino. El mejor de los destinos.
Mi abrazo de siempre,
Abel
MUY HERMOSOS POEMAS MAESTRO, GRACIAS...
UN ABRAZOO
ALEJANDRA
Estimado Felix Luis,
gracias por compartir con nosotros tus excelentes poemas; nos gustaria publicarte algunos de ellos, que te parece? Si aceptas, lo cogemos y saldrian en el proximo numero de abril. Te enviaremos un ejemplar de Sinalefa con tus creaciones...
Cordialmente,
Rafael Bordao
www.revistasinalefa.org
Admirado y querido Félix Luis...
Felicidades por 'tremendo' trabajo.
Ojalá sigas viviendo verso a verso como siempre...
Mies*
!! Si la patria es una naranja... vosotros sois el 'cocinero' !!!
Semejante platillo deleita nuestra existencia con tu poesía...
tremendos poemas, querido Félix Luis
Un gran Abrazo_beso;
Mies*
Coincido con todos, textos excelentes, dolidos, salidos de esa esencia mística y jodida que tienen los poetas.
gracias viera
gumersindo
Como siempre un deleite leer tus poemas, a cada poemario distintos. Esa búsqueda que no para habla de tu investidura literaria que a todo aspira, y da respiro a tus lectores...
Un abrazo
Ian Soriano
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