jueves, 23 de septiembre de 2010

BOITEL: ENTRE LA NOCHE Y LA PALABRA





Por Ihosvany Hernández González


"desde el alero, el majestuoso paisaje nos convence. la lluvia de septiembre nos provee de falsas expectativas, de un sugerente aroma. entre las gradas alguien hace señas". Desde este otro lado, redimo lo que creo majestuoso, y es entonces que pongo todo mi objetivo en este libro que tengo delante mí. Hablo del poemario No llames en la noche, de Luis Manuel Pérez-Boitel (Remedios, Cuba, 1969), autor que ya cuenta con premios como el Casa de las Américas 2002 (Cuba), y el Marius Sampere 2007 (España).
Si la poesía persuade, provoca, estimula, y sobre todo, sugiere que la belleza estímula inexorablemente a cada paso, entonces debo reconocer que este libro, por el que aquí abogo, me hizo detener ante algún paisaje circundante que podía ser celebrado por este bardo cubano, del que poco se ha hablado, a pesar de su sólida trayectoria iniciada con la obra "Unidos por el agua", de 1997, y con la cual obtuvo el Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara.
Este libro llegó a mis manos como dádiva, agradecida por siempre. Azafrán y Cinabrio ediciones es el responsable de esta publicación del 2005, tras ganar su autor el I Premio Internacional de Poesía Desiderio Macías Silva. Desde entonces, desde aquel verano, he acariciado largamente la posibilidad de alzar mi voz sobre este poemario, que mucho me ha aportado desde aquellas primeras lecturas, y del que poco o nada se ha dicho.
Recuerdo perfectamente aquellos días en que no me apartaba de estos poemas. Al terminarlos, volvía a ellos descubriendo una atmósfera sugerente. Leía y aprehendía del verso nuevas estrategias, nuevas rutas a seguir para escribir y comprender mejor la poesía; y confieso, estos versos me hicieron crear lo suficiente como para notar, un poco más tarde, un salto cualitativo en mi escritos.
No llames en la noche me acompañó en mis viajes en el metro, en mis esperas en algún café, en mis momentos de paz en esos parques y sitios que buscamos para el goce de nuestras lecturas. Casi dos años más tarde vuelvo a estas páginas, estimulado por esos recuerdos de algún estío, cuando el amor y la lírica me acompañaron espléndidamente, como si no existiera un mejor acólito que estos versos trazados desde la noche, desde esa soledad propicia para la creación.
Cuando disfruté por primera vez de este poemario, pude percatarme de que me encontraba ante ese "todo" del que habló Cesare Pavesse, y que descubrimos tras la fuerza de la palabra. Pero fundamentalmente noté que estaba ante un vanguardista, ante un escriba que nos deleita con su compleja y eficaz estructura poética.
El buen ejercicio de la lírica y lo experimental arranca desde el pórtico hasta el cierre; y a través de todo el itinerario percibimos audacia, candor e inteligencia, viéndonos irremediablemente frente a evocaciones, a recuerdos de la infancia y de la adolescencia. Los poemas han sido creados como si su autor fuera un alquimista que dice conocer el mundo a plenitud y nos muestra bosques y puertos, hombres que van y vienen en el convivir de un tiempo idílico. La dinámica avanza y nos trasmuta hacia otros cielos, hacia esos sitios distantes en el tiempo y en el espacio, unificados por la poesía. San Juan de los Remedios, la Ciudad de la Habana, Santa Fe de Bogotá, Madrid, París, Alejandría, vienen a formar parte escenográfica en este universo que crece entre la nostalgia y el erotismo (léase sensualidad), como por ejemplo ocurre en el poema En el abrumador bosque lo que se salva es el tiempo, en donde Constantino Kavafis vuelve por esas callejuelas y entonces se hace delicia: ´(…) "La delicia y el perfume de mi vida / es el perfume de esas horas de mi vida / en que encontré y retuve el placer tal como lo deseaba". ellos atravesaron el portón aquel donde la inocencia se evadía, la ceremonia me recordaba el verano de Patmos. parece extraño suponer que ellos han quedado solos, supuestamente solos bajo ese falso techo que es la noche*.
Sin embargo, apartándonos un poco de esa sensualidad que nos lleva de la mano a lo largo de la lectura, notamos en el poema La bella Època existe en el dibujo y en la lluvia, esa nostalgia que se impone al recordar la figura paterna, indeleble a pesar de la ausencia física. Aquí el padre regresa a la noche para habitar en esas horas de insomnio: "yo me había acercado en el preciso instante en que cruzaba a la penumbra. le confesé mi obsesión por las palabras, el temor por transitar entre esas columnas que el tiempo nos depara y nos distancia, y nos aniquila, como si fuéramos esos pastores que nunca logran encontrar su rebaño*. Dice y nos hace partícipe de su propia vida, de esa intimidad que se expande para saber de aquella muerte de 1998, golpe que lo impela a entregarse por completo (y con lauros) a la poesía, sin abandonar su carrera como abogado.
En otros poemas como Un día de verano, atravesamos un mundo rutilante, en donde inmortales, como Frida Khalo, asoman sus rostros desde la urdimbre del verso; rostros que llegan para solidificar más el encuentro entre la noche y la palabra, evidenciando ese ritmo que se lía al verso, la imaginación, y, la meditación.
Otro aspecto notable a señalar es la apreciación sutil ante lo que forma parte del hábitat, admirando toda arquitectura, y sustraigo de Este es un paisaje insustituible, estos versos que lo denuncian explícitamente: "nada nos cuesta detenernos en aquel balcón neoclásico del siglo XV para ocultar nuestras miserias. el próximo verano será insustituible, tal como el paisaje que ahora tenemos"
También, en otros poemas descubrimos la meditación ante el fin del XX y el inicio del siglo XXI, y la reflexión sobre el futuro bajo formas sublimes, dotando al poemario de una elevada trascendencia, de cierta contemporaneidad. La complejidad resalta tras preocupaciones humanas, el hombre visto desde dentro: sus miedos, ambiciones, y fracasos. Aquí se dialoga inevitablemente, y uno acaba por preguntarse si algún ángel de la guarda ha llegado a nosotros para soplarnos al oído estos versos que se hacen cuita entre los páramos que escogemos para el deleite.
Al leer esta obra se aprecia cierta continuidad en esos hechos que han marcado la vida del poeta, y aquí nos lo exterioriza como un juego de barajas, al que nos asomamos a ver su destino: el amor, la muerte, los viajes; temas de siempre, sumidos, desde luego, por otra voz, que se hace crédula a los oídos del lector.
Boitel nos abre un espacio grácil donde llega a convencernos del brío y de la utilidad de la palabra como herramienta magnánima de salvación. Su lírica, a pesar de tener momentos experimentales, como menciono al inicio, escapa de ser pura pirotecnia. La sensibilidad, sobre todo, nos arrastra a lo largo de esas noches que serán iluminadas por estos versos que ya resuenan en mi memoria, como un eco que me insta a repetir el juego interminable de la lectura. Y vuelvo a ellos infinitas veces, apresado por el ritmo y la fluidez que se hace música y dibujo.
Sencillamente, esta afortunada edición resalta por su magnitud literaria y el elegante estilo con el que han sido escrito estos poemas. Además, la voz tan personal, inquietante y vivaz de Pérez-Boitel me permite afirmar que es un poeta cubano imprescindible dentro de los de su generación, como Reina María Rodríguez, o Sigfredo Ariel, entre otros.
No llames en la noche queda definitivamente como un obsequio llegado desde Aguascalientes, para aplaudir tanto verso adentrándose en mi inquietud a mansalva, redimiendo esos días en que la novedad de un discurso poético atraviesa el umbral de este mortal dispuesto a perpetrar la validez del verbo; pero sobre todo porque en sus páginas asistimos a la ceremonia donde un hombre dialoga con su sino*, a la ceremonia de un bardo jugándose la vida con la palabra tras la noche y sus misterios.

*versos de Pérez Boitel



I.Hernández
2008

____________________

Galería de fotos Luis Manuel Pérez Boitel:






______________________

Datos del poeta Ihosvany Hernández:

Ihosvany Hernández González (Ciudad de la Habana, 1974), escritor y poeta. Fue guionista de programas dramáticos para la radio. Desde el 2004 reside en Montréal, Canadá.2008: Premio de reseña literaria por la obra “Boitel: entre la noche y la palabra”.Azafrán y Cinabrio ediciones (México).2008: Finalista del premio de poesía Jiménez Campaña por la obra “Algún sitio para este otoño” (categoría del premio internacional Artífice de relato corto y poesía, Granada, España); obra que aparece en la antología Proemio nueve (Ayuntamiento de Loja, 2009).2006: Finalista del Premio Internacional de Poesía Desiderio Macías Silva, por laobra “Días despavoridos como ciervos” (México).2005: Segundo Premio, categoría cuento, por la obra “Salón Sahara”, del evento Tendiendo Puentes convocado por la Universidad de Toronto (Canadá); obra que aparece en la antología: The political participation of Latin Americans in Canada (Jorge Ginieniewcicz & Daniel Schugurensky, editores. OISE/UT, 2006).Ha colaborado para varias revistas digitales como “Decir del Agua”, “Remolinos”, “Letralia”, y “La zorra y el cuervo”, “Cañasanta”, entre otras.
________________________

DONDE SE PUEDE LEER:

ALASCUBA:http://alascuba.blogspot.com/2009/03/ihosvany-hernandez-la-habana-1974.html

CAÑASANTA:http://www.canasanta.com/poesi-a/ihosvany-hernandez-poesia-000001.html

LA ZORRA Y EL CUERVO:http://www.lazorrayelcuervo.com/zc10/ihosvany010.html

DECIRDELAGUA:http://www.decirdelagua.com/decirsc5/decirsc5_016.htm

LAURRAKA:http://revistalaurraka.blogspot.com/2009/04/el-arte-de-la-palabra.html

LETRALIA:http://www.letralia.com/165/letras08.htm
______________________________

7 comentarios:

Mayra dijo...

Excelente propuesta, Juan Carlos. Gracias!

Luis M Pérez Boitel dijo...

Juan Carlos, saludos… gracias por enviarme este texto y también mi mayor estima para Ihosvany un poeta muy especial para mí, mi abrazo sincero, Boitel

salva33125 dijo...

Vale la propuesta, un poeta hablando de lo que más ama:LA POESIA, entonces no llamamos a la puerta y disfrutamos...gracias juanca

I. Hernández dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
I. Hernández dijo...

Agradezco mucho la poesía que hallé en este poemario (publicado en México en el 2005) de Luis Manuel, y con la que me he valido para seguir un poco mi camino como poeta.
De igual manera agradezco a Juan Carlos Recio esta posibilidad de promocionar lo que los poetas de Cuba vamos dejando como testimonio de nuestra suerte.


Ihos.

SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Gracias mil a todos, a ti Ishos por hacer posible el post, un abrazo,
JC

Anónimo dijo...

Interesante propuesta la de este post. Excelente trabajo, lo disfruté...gracias, Carmen García