Es difícil hablar de la poesía que nos gusta demasiado, y eso es lo que me ocurre con casi toda la de Noel Castillo, el hombre culpable de algunas de las estadísticas deportivas y de la tabla de los poetas, donde se les evalúan, por categorías que desde lejos me son incomprensibles. Cuando después de 10 años de exilio, me leí viajando_ en taxi chevrolet del 50 _el libro de Noel, más que un susurro o una premonición, !Skating, Skating!, pude sentir que estaba sobre el mismo hielo y que patinaba dentro del protagónico, cadete, palafrenero, o mirado por los vinculares, cuando mis dedos repasaron las grietas para sentir la gelidez del muro, y estuve de lector elegido, porque la soledad puede ser bella como una amenaza. La poeta Isaily describe impresiones sobre este libro y decido citarla, porque define muy bien, lo que estos poemas aportan:
El domina las perfecciones y elegancias de quien sabe escribir, y también el sentimiento inconfesable, las aproximaciones y las pérdidas que necesita la poesía para no ser simple demostración de unas figuras. El se ha tardado, más ya está aquí. Doquier abramos su libro veremos la serenidad, el salto repentino, la perfecta caída sobre filos que se fingen seguros como un campo; pero estamos en el hielo, en la helada sobre el alma.
A pesar de que te vi, no sé bien cómo lo has hecho; ejercicios obligatorios, rutina libre, ejercicios opcionales. Y parecen sencillos, como si no doliesen…
SKATING
los jueves me transformaba en sarah reilly
y me iba al cono de hormigón:
sólo yo
y un bolso / colgante piel llama,
repleto de papas fritas:
mi cerebro solo
fundido por el embotamiento del hielo.
iba –creo- a ver el hielo fuera de mis sienes.
sopesarlo mientras acariciaba el bolso/
superficie andina.
era yo como sarah reilly entonces
y aplaudía y aplaudía
alelado por las eses y ochos de los patinadores
canadienses:
<<los giros de la vida>> - señalaba el vecino,
la butaca de al lado,
el bolso exótico/ herencia de la reilly
a quien golpeé hasta la saciedad
día tras día,
como en una conferencia donde se quiere demostrar
que el hielo es quebradizo siempre,
nimia la distancia entre mi cerebro y la armazón
de vidrio.
un salto enano,
cabriola de principiante
tras recibir aplausos de la familia enceguecida/
padres y hermana: congelamientos sucesivos
y la ignorancia de que yo ya no soy yo,
sino la cuchilla que hiende el agua petrificada,
engendro que mastica papas fritas
como una extensión del humo blanco.
iba –admito- a ver la pista entregándose al humo,
mi alma a la cuchilla del patín,
el deseo a la sonrisa de los patinadores nórdicos
que ahora abandonan el local
tras recibir sus nueves y sus dieces.
era jueves y bien lo sabía:
acariciaba el bolso/
como quién deletrea su confesión/
o trata de recordar entre la escarcha
el rostro de una fanática nombrada sarah,
la cuchilla otra:
un óvalo sangrante en sus altos cíclicos
y estás ganas enormes
de aplaudir (me) /
y aplaudir (me) .
LAS AMIGAS: Tríptico SOBRE HIELO
Bárbara Yera
según Paul Celan
- <<Fue ayer: tú me contabas de una tela
huidiza, calcinada en tu memoria,
y el tiempo agujereó como una noria
lo que era amargo y te mantuvo en vela>> .
- << Resguárdame del viento. Soy una vela
incisa que le teme a la historia,
la ingenua, la insensata. ¿ Ves la gloria?
Incluye mis cisuras en su estela…>>
- <<Te pude acompañar. Busque tu ojo
cuando lo abriste y nadie lo advertía>>.
- << Igual que se desmonta en pedrería
la roca virgen o l sutil despojo>> .
- <<Cuéntame entre la almendra y tu letargo:
también soy solo….y quiero ser amargo>> .
EMILY DICKINSON PASEA POR EL JARDIN DE SU CASA EN AMHERST, REFLEXIONANDO ACERCA DE AQUELLAS COSAS QUE PUEDEN VOLAR Y NO HAN SIDO LLEVADAS A ELEGIA ALGUNA; MIENTRAS, YO OBSERVO LAS PIRUETA DE LOS PATINADORES SOBRE HIELO (MUY LEJOS DEL HIELO) Y COMPRENDO UN POCO MAS LOS DISLATES DE LA GRAVEDAD, LA BELLEZA DE LA FOTO QUE DE BORIS PASTERNAK GUARDO EN UNA CAJA DE ALPACA Y LA GRATUIDAD DE MUCHAS ELEGIAS. A NUESTRO LADO HAY ABERROJOS, DEVOCIONARIOS, VENDEDORES DE PAPAS FRITAS Y PIZARRAS LUMINICAS PARA INFORMAR A LOS ESPECTADORES. SIENTO QUE EL TIEMPO HA CONVERGIDO, QUE ALGUIEN SUSURRA MUY QUEDO TRAS MI OREJA: SKATING, SKATING Y ENTIENDO QUE TODO ESO HE DE ESCRIBIRLO….
No hay ríos que desciendan hasta Amherst.
Ningún niño juega sobre los pilotes del puerto;
quienes la urdieron destinaron los maderos
a fines más prácticos
y alejaron la villa del mar,
inocularon ese miedo al agua
que impide a las muchachas patinar en invierno
alzando la falda.
Por un listón helado yo hubiese descendido
fácilmente:
oculto entre los tilos,
asido a las ancas de las lavanderas:
<<ésta es, Emely, la foto de mi amante,
estas las cuchillas de desollar mis dedos>>
¿Oirá alguien mi canción?
¿ Oiría ella mi canción..?
<<La seda que batalla contra el viento
es la misma que hiende los rosales;
sirviendo de crespón al pensamiento,
la ermitaña revisa sus panales.
Oteo el concentrado de violento
dulzor que hay en la imagen: los vitrales
que tornasolan sobre el paso lento…
me detengo, ella sigue, ahora tú sales
al hielo humeante como aquel estuario
de plomo repujado que hace el río.
Por ti hiela en Amherst y siento el frío
de quien perdió dos veces en la yerba.
Por ella escardo mi alma, mi incensario…
Pero es como el jardín: nada la enerva. >>
Nada hay ni habrá ríos que partan desde Amherst:
aquí o allá es igual otoño
y nos apresa el miedo al agua.
La soledad puede ser bella como una amenaza:
yo, que he discurrido bajo el neón
a veces pienso que también vuelo sin sentido,
o que soy como esas ramas secas
transitando impávidas por una fragua helada
hacia el témpano o el fuego.
Tomado del libro SKATING, Sed de Belleza, Santa Clara, Cuba, 2006.
Noel Castillo, (Perea, Sancti Espíritus)
El domina las perfecciones y elegancias de quien sabe escribir, y también el sentimiento inconfesable, las aproximaciones y las pérdidas que necesita la poesía para no ser simple demostración de unas figuras. El se ha tardado, más ya está aquí. Doquier abramos su libro veremos la serenidad, el salto repentino, la perfecta caída sobre filos que se fingen seguros como un campo; pero estamos en el hielo, en la helada sobre el alma.
A pesar de que te vi, no sé bien cómo lo has hecho; ejercicios obligatorios, rutina libre, ejercicios opcionales. Y parecen sencillos, como si no doliesen…
SKATING
los jueves me transformaba en sarah reilly
y me iba al cono de hormigón:
sólo yo
y un bolso / colgante piel llama,
repleto de papas fritas:
mi cerebro solo
fundido por el embotamiento del hielo.
iba –creo- a ver el hielo fuera de mis sienes.
sopesarlo mientras acariciaba el bolso/
superficie andina.
era yo como sarah reilly entonces
y aplaudía y aplaudía
alelado por las eses y ochos de los patinadores
canadienses:
la butaca de al lado,
el bolso exótico/ herencia de la reilly
a quien golpeé hasta la saciedad
día tras día,
como en una conferencia donde se quiere demostrar
que el hielo es quebradizo siempre,
nimia la distancia entre mi cerebro y la armazón
de vidrio.
un salto enano,
cabriola de principiante
tras recibir aplausos de la familia enceguecida/
padres y hermana: congelamientos sucesivos
y la ignorancia de que yo ya no soy yo,
sino la cuchilla que hiende el agua petrificada,
engendro que mastica papas fritas
como una extensión del humo blanco.
iba –admito- a ver la pista entregándose al humo,
mi alma a la cuchilla del patín,
el deseo a la sonrisa de los patinadores nórdicos
que ahora abandonan el local
tras recibir sus nueves y sus dieces.
era jueves y bien lo sabía:
acariciaba el bolso/
como quién deletrea su confesión/
o trata de recordar entre la escarcha
el rostro de una fanática nombrada sarah,
la cuchilla otra:
un óvalo sangrante en sus altos cíclicos
y estás ganas enormes
de aplaudir (me) /
y aplaudir (me) .
LAS AMIGAS: Tríptico SOBRE HIELO
Bárbara Yera
según Paul Celan
- <<Fue ayer: tú me contabas de una tela
huidiza, calcinada en tu memoria,
y el tiempo agujereó como una noria
lo que era amargo y te mantuvo en vela>> .
- << Resguárdame del viento. Soy una vela
incisa que le teme a la historia,
la ingenua, la insensata. ¿ Ves la gloria?
Incluye mis cisuras en su estela…>>
- <<Te pude acompañar. Busque tu ojo
cuando lo abriste y nadie lo advertía>>.
- << Igual que se desmonta en pedrería
la roca virgen o l sutil despojo>> .
- <<Cuéntame entre la almendra y tu letargo:
también soy solo….y quiero ser amargo>> .
EMILY DICKINSON PASEA POR EL JARDIN DE SU CASA EN AMHERST, REFLEXIONANDO ACERCA DE AQUELLAS COSAS QUE PUEDEN VOLAR Y NO HAN SIDO LLEVADAS A ELEGIA ALGUNA; MIENTRAS, YO OBSERVO LAS PIRUETA DE LOS PATINADORES SOBRE HIELO (MUY LEJOS DEL HIELO) Y COMPRENDO UN POCO MAS LOS DISLATES DE LA GRAVEDAD, LA BELLEZA DE LA FOTO QUE DE BORIS PASTERNAK GUARDO EN UNA CAJA DE ALPACA Y LA GRATUIDAD DE MUCHAS ELEGIAS. A NUESTRO LADO HAY ABERROJOS, DEVOCIONARIOS, VENDEDORES DE PAPAS FRITAS Y PIZARRAS LUMINICAS PARA INFORMAR A LOS ESPECTADORES. SIENTO QUE EL TIEMPO HA CONVERGIDO, QUE ALGUIEN SUSURRA MUY QUEDO TRAS MI OREJA: SKATING, SKATING Y ENTIENDO QUE TODO ESO HE DE ESCRIBIRLO….
No hay ríos que desciendan hasta Amherst.
Ningún niño juega sobre los pilotes del puerto;
quienes la urdieron destinaron los maderos
a fines más prácticos
y alejaron la villa del mar,
inocularon ese miedo al agua
que impide a las muchachas patinar en invierno
alzando la falda.
Por un listón helado yo hubiese descendido
fácilmente:
oculto entre los tilos,
asido a las ancas de las lavanderas:
<<ésta es, Emely, la foto de mi amante,
estas las cuchillas de desollar mis dedos>>
¿Oirá alguien mi canción?
¿ Oiría ella mi canción..?
<<La seda que batalla contra el viento
es la misma que hiende los rosales;
sirviendo de crespón al pensamiento,
la ermitaña revisa sus panales.
Oteo el concentrado de violento
dulzor que hay en la imagen: los vitrales
que tornasolan sobre el paso lento…
me detengo, ella sigue, ahora tú sales
al hielo humeante como aquel estuario
de plomo repujado que hace el río.
Por ti hiela en Amherst y siento el frío
de quien perdió dos veces en la yerba.
Por ella escardo mi alma, mi incensario…
Pero es como el jardín: nada la enerva. >>
Nada hay ni habrá ríos que partan desde Amherst:
aquí o allá es igual otoño
y nos apresa el miedo al agua.
La soledad puede ser bella como una amenaza:
yo, que he discurrido bajo el neón
a veces pienso que también vuelo sin sentido,
o que soy como esas ramas secas
transitando impávidas por una fragua helada
hacia el témpano o el fuego.
Tomado del libro SKATING, Sed de Belleza, Santa Clara, Cuba, 2006.
Noel Castillo, (Perea, Sancti Espíritus)
La poesía de Noel (quien además de gran poeta, sabe ser un gran amigo) es intensa y sincera, vuela alto y se sostiene por sí misma. Gracias Juan Carlos por compartir estos poemas y tus impresiones.
ResponderEliminarConfieso: es la primera vez que leo a Noel Castillo, y con sólo detenerme en Skating puedo advertir la diferencia, la deferencia, la virtud, la simple elegancia para dar imágenes con palabras...
ResponderEliminarBuena poesía ésta, buena oportunidad la de Sentado en el Aire.
Saludos.
Gracias a George Riveron y Ihosvany Hernandez, por opinar, la poesía de Noel Castillo se lo merece.
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