viernes, 15 de abril de 2011

RON CON AGUA.



Pero las almas vuelven


bolero





Cuando más duele la nostalgia


siempre es consecuencia del olvido.


Luego hay herrumbres herrumbres


ejes y carretas que chirrían en los caminos.


Y nos damos vuelta


poseídos a la ilusión por el engaño.


Y volvemos a pasar del temblor a la crueldad


a la furia con miedo de caer


sobre esa suerte de palangana cósmica.


Otros se embarazan en una enemistad


que le cuesta su chirrío


su grano en la memoria;


siete segundos al desvestirse


y un siglo para esconder las culpas.


Otros hay que no suenan y son los menos


y otros quieren treparse al cielo


obligados a ser ángeles;


nunca podré entenderlos en su santidad


y por qué no buscan una,


para bajar de él


sin necesidad de descifrar algo;


como esa parte del instinto que provoca


al nacimiento


y que en nada se parece


a vivir sin pactar lazos traicioneros.













La nostalgia en su happy birthday


hace de fango,


como un coro en el desierto,


y un hombre embarazado por ello


es casi una mujer mal atendida


en el sentido en el que ambos se lo explican


y no pueden dar a luz desde su espejo.


Conozco algunos que ya han tenido


múltiples embarazos


son buenos estrategas


desde el cansancio que provocan


más luego se parten


o ruegan a Dios por ese olvido.


La ausencia ya le dijo a fragancia que la quiere,


no hay más,


y esto también es consecuente


con la idea de armonizar una o más mitades.



Juan Carlos Recio

1 comentario:

salva33125 dijo...

La ausencia ya le dijo a fragancia que la quiere,

no hay más,.....es cierto...gracias y un saludo