sábado, 5 de febrero de 2011

Lluvia ácida


A través de estas páginas se despliegan diferentes universos, desde paraísos estivales hasta rincones con temporal permanente, sobre esos sembradíos persiste la lluvia ácida, esa que corroe y desgasta nuestras entrañas, mas al final, nos hace vernos a nosotros mismos en la más clara desnudez.

Los textos de Lluvia ácida son una ventana (‘ventanuco’, dirían las palabras de Francisco Muñoz): evocación al pasado, que sin embargo nos llega en este preciso instante.

Los temas principales que oscilan en esta colección son la vida, el pasado, la paternidad, el amor, la pérdida, la decadencia del hombre. A través de ellos, Muñoz desvela una poética en la que en base a la piedra angular de la palabra él busca transformar el mundo y no solo el suyo sino el nuestro, haciéndolo más habitable y rescatando sus colores, aromas, texturas y emociones — recordemos a Keats «la verdad es la belleza; la belleza es la verdad.»

El poeta andaluz urde con esmero sus versos con ese garbo saleroso que sólo pueden aportarle aquellos de su terruño — desde Wallada, Al-Mu‘tamid, Ibn Zaydun, Ibn Quzman; pasando por Gutierre de Cetina, Góngora, Duque de Rivas, Bécquer; y sin olvidar a Antonio y Manuel Machado, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti y Luis Rosales.

Lo acompañamos en el recorrido nocturno que realiza junto con su perro, en pleno invierno. Muñoz también nos cuenta de la fugacidad de la existencia y nos anima a apropiárnosla para ser reyes de un minúsculo pero espléndido fulgor.

En «Ventear desde la privilegiada posesión», el poeta debe ser un perro de su tiempo, observar el decurso de los hechos, destripar y diseccionarlo todo. El malagueño también filosofa en sus versos acerca del humano afán de posesión y conquista, ese tener frente al ser.

También nos motiva a asumir peligros, romper inercias y lanzarnos a las empresas más arduas: «… necesito asumir los necesarios riesgos para subir mis montañas cometer mis errores y contemplar mis propios atardeceres...»

En «Dibujar los olores que emanan», nos muestra a la poesía como verdadera póiesis (creación, artesanía, orfebrería): «exponer su pecho al cielo abierto de los ojos de las páginas» No solo como bálsamo también sus palabras queman, desgastan, como la lluvia ácida.

«… cada día es un préstamo de ilusión

en voluntad ajena, al albur de otros.»

Como otro gran poeta malagueño, Manuel Altolaguirre, en ciertos momentos de Las islas invitadas, Muñoz también muestra en sus poemas ese dejo intimista de la experiencia — que abreva de la tradición espiritual de Garcilaso de la Vega, San Juan de la Cruz, Juan Ramón Jiménez y Pedro Salinas. Muñoz además dialoga con otros poetas: Cavafis, Rimbaud, Luis García Montero y Ángel González. También rinde homenaje a Federico García Lorca y Jorge Luis Borges.

Ya en confianza, Muñoz nos invita a su propia casa y más aún, en varios poemas, a escuchar los diálogos con su hijo en el vientre de la mujer amada. En uno de los más dolorosos, Francisco lamenta y comparte la pérdida del hijo que venía en camino. Canta uno de sus últimos versos: «Te siento y me haces nacer.»

Como poeta andaluz también ha aprendido el oficio de cantar a su tierra, en este caso el fervor por esa Málaga de maravillas; como contrapunto, en «Miro hacia otro lado» presenciamos un diálogo imposible con ese ser amadísimo que no está y ese recorrido que ya no podrá realizarse por la mítica plaza de toros en estilo mudéjar La Malagueta y la fortificación de la Alcazaba en el monte Gibralfaro.

Hace eco de las palabras de Juan Goytisolo en las que afirma que las personas no tenemos raigambre, sólo los árboles, somos seres en tránsito.

«… las personas no tenemos raíces

tenemos piernas y con ellas

podemos recorrer el mundo…»

A manera de despedida presento un puñado de versos que se otoñan en las siguientes páginas:

«… en este Noviembre que nace

apacible, las señales repentinas

del viento que aligeran

las copas de los árboles

nos recuerda la brevedad

del gozo y nuestras razones

primeras, las que han ido

trazando el sentido y la dirección de la búsqueda

de esa felicidad singular…»

Sólo sus versos hacen que renazca noviembre en un otoño.

***********************FIN***************

Fausto Larraguível Lepe

Guadalajara, México. Enero, 2011

Prólogo tomado de su libro Lluvia ácida.

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Porque es breve











Porque es breve,

cruel, terrible e inclemente

la vida que nos toca vivir,

debemos agarrarnos a ella

para que en el día

de nuestra propia muerte

sepamos que al menos

tuvimos la dignidad

de querer vivirla,

de ser reyes de un minúsculo

pero espléndido fulgor.



Los años sólo son números







Los años sólo son números

en el espacio cuadriculado de nuestras mentes,

cuadrículas que nos reprimen

al servicio de nuestras angustias

y de la fugacidad de nuestras vidas.


No tenemos raíces




















Es verdad que las personas no tenemos raíces
sino piernas y que esta sencilla razón
hay que difundirla hasta hacerla propia
en todas las mentes calenturientas y patrióticas
que se sienten ofendidas por lo diferente.
Es verdad que las personas debemos utilizar la inteligencia
y las piernas para acercarnos a lo divergente
materia enriquecedora de los aromas
que esparce nuestros ancestrales vientos
sobre los campos donde brota nuestra simiente.
Es verdad lo que dice Juan Goytisolo
las personas no tenemos raíces
tenemos piernas y con ellas
podemos recorrer el mundo enriqueciendo
nuestras vidas y nuestros corazones.

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Datos del autor:

FRANCISCO JESÚS MUÑOZ SOLER


















Nacido en Málaga el 24 de Diciembre de 1.957, ciudad que ha resguardado sus días.

Es miembro de la Red Mundial de Escritores (REMES), del movimiento Poetas del mundo, también ha publicado en las Revistas de Literatura digitales Artepoética, Remolinos, Encontrarte, Cinosargo, Letras Nuevas, Palabras de Tramontana, Amigos de la Urraka, Divague, El Laberinto de Ariadna, Herederos del Caos, Perito, 40cheragh , Urraka Internacional, Es hora de Embriagarse, Voces de Hoy, Almiar/Mar de Poesías, Letras, Ariadna-RC Laberinto La Rosa Profunda, Nevando en la Guinea, Espíritu Literario, Laberinto de Torogaz, Pensamientos Likidos, Dulce Arsénico, Contra la Oscuridad, Buracos Quentes, Carrollera, Palabras Salvajes, Antaria, Mondo Kronhela, Efory Atocha, Álbum Nocturno, Imaginante, Poesimistas, Nuev a Literatura, Antología Literaria Actual, La Botica, Radio Sentidos, Radio Web Mundial, Colectivo Clepsidra, Comunidad P. La Revista, Azul@rte, The Big Thimes, Isla Negra, Árbol invertido, Caminos de poesía, Papirolas, Arte pasión y locura, Plataforma Placa, Otros rincones, Letras de Chile, Realidad Literal, Literarte, Botella de Náufrago, Mis Poetas Contemporáneos, La Fábrica de Sombras, El Wrong Side, Anacleta, Sinalefa, Baquiana, Cañasanta.

Bibliografía:
2009- Restauración.
2009- La isla infinita.
2008- El sabor de las palabras.
2008- En tiempos de prodigios.
2007- Caminar para sentirme vivido.
2006- Áspero tránsito.
2000- Intentando conocer el mundo.
1998- Elijo mi libertad.
1998- La mágica unidad de mi vida.
1998- Veinticuatro poemas de amor.
1996- Frágil grandeza.
1986- El sentido de ser.
1983- Significación.
1980- Juventud primera.


Poeta, como necesidad vital y regeneradora de sí mismo, al menos hasta que la curiosidad siga alimentando sus sueños.

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Para leer sobre el autor pulse aquí:

http://www.sentadoenelaire.com/2010/03/restauracion.html
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3 comentarios:

Gustavo Solórzano-Alfaro dijo...

Me alegro mucho por Francisco y por su trabajo poético.

Saludos

Héctor Martín. dijo...

Muy bien, sí señor!

salva33125 dijo...

muy buen trabajo, gracias juanca