viernes, 30 de julio de 2010

UNA CORTINA INVISIBLE QUE NO NECESITA SER HUMO

I
Aquella noche estabas entre la soledad y el cielo
como una canción sorprendida
,
mordí mis labios ante el hechizo
para saber si bebía de tus ojos con los míos
y llovieron como panes y peces sobre tu cabeza
unas indistintas maneras que me apresaron.
Amanecí borracho ante la copa de vino
viendo que tu cuerpo pesaba una eternidad de encantos,
y que un amante y otro amante saldaban sus deudas
de amores cómplices.
Si no fuera un sueño no dudes,
me convierto en el lobo de tu sangre
y espero que tú muerdas
con ese aullido largo que siempre avisan a mis ojos.
Son dos reflejos de tu cara,
el primero: la llama en los labios que quema en el cuerpo,
el segundo: el cuerpo en la llama y la soledad que sigue
perenne como una canción sorprendida antes de llegar al cielo.
II
Por los puentes donde tú me desnudas anda un barco de papel,
por los fragmentos que nos unen
y las cenizas que nos separan,
por tu dedo gordo que apunta
en la línea de un mapa que nos lleva
de simple ladrón a una flor que se deshoja,
que nos lleva hecho caballo, alfil,
sobre Harlem
y otros remos que la soledad tumba,
suspendidos de un parque donde hueles el peligro
y desamarrarnos el iceberg de lo cotidiano.
Por las cuerdas de mago donde me desapareces
sin dejar de alumbrarme los instantes
en los que el papel olvida al barco
y se esconde en esa zanja sin bahía
donde solo puedes anclar por mis lamentos.
En la pausa donde tu boca viola el silencio,
ahí quedamos mejor como trapecistas
pero sin cuerdas tensas que alivien,
para decir los nombres de la definición de tus remansos.
Vestida de mi piel tu piel alza toda estatura
en una estación donde solo hueles a graffiti
y todos te llegan y nada parte,
y porque tus piernas ancladas son del color del abandono,
me buscan para convertir ese globo de agua
que un niño como yo explota
solo para que tus dientes muerdan los días por donde paso
con la misma intensidad que el color de mi abandono.
Porque eres perro que ladras
cuando toco en tu lomo de animal recién herido,
porque ladro sin importarme las ropas que dejaste
colgadas en los cráteres de la luna,
y porque los cráteres son,
esos pretextos que exhibimos al pasar a la otra orilla,
donde aún la tierra firme no nos hunde
ese barco de papel que guardamos desde la infancia.
III
Si abres las piernas y me ves,
cuando penetro como mala palabra bien bajo en tus oídos
y sientes una espuma debajo de la lengua,
después podrás lanzarte al vacío y al caer ya es el otoño.
Si besas mis pies ahorcados por tus lágrimas
y solo es el parto de un hombre ,
una manera de curar el desafío.
Si te cuelgas como los fugitivos debajo del polvo de mi garganta
y haces de amante libre de toda sospecha
nadie podrá con esta guerra, nadie alza una derrota,
ninguna víctima podrá desatarnos.
Una penetración y millones de otras,
otro otoño y otras magias,
cada paso sobre la cuerda será parir
un solo cuerpo del tamaño de un latido.
Si te abres y me abres
y la rueda del destino nos catapulta
y tu sexo sigue en mi sexo balanceando su furor de campanario,
nada podrá borrarnos de la historia
como bandidos que siempre merecieron el poder.
IV
Tú cruzas la humedad de mi quejido con la que enamoraste
las huellas en la inocencia del que se encontró con el tesoro,
ladrón y furtivo sin venganza;
debajo de las aguas que se movían
ladronas también de nuestra belleza,
y al mirar en las luces de tu corazón
quedé ciego y vi oscura la ciudad cercana,
y sobre el techo de esos puentes las aves de tus ojos se liberaron.
V
Noche en la que supimos hablar con nuestros ojos,
tú te vestías de un árbol frondoso en el misterio,
su voz que era mi voz quedaba en el placer fuera de la batalla
heridos mansamente;
luego nos volaron la cabeza por estar cautivos
en esos besos como hojas en esos días que no amanecen
para no romper el hechizo de la abundancia.
Noche, tú dominas la sangre y las elegías
y cuando quieres desembocas en el vaivén anchuroso de la locura.
Nadie como tú tiene esta pasión
del que nació de una rosa y se desnuda,
tampoco se viste donde acaba un sueño,
donde un ángel puede perderse de su esqueleto;
amada sensación retorna y tómame
cuando del cuerpo la memoria nos despedace.
Vuelve a menudo y tómame
repetiré sin fuerzas tu magia cruzando el aro,
el fuego, los vientos, tu vestidura de piel,
ardientes como esas almas que siguen
desaforadamente blancas.
VI
En los años que perdí la estrella no me alumbraba
y el mundo de allá afuera hizo de juez moral
sobre los mortales que caminaban de espaldas.
Todos esos años los secretos se fueron al envejecimiento
y cada noche iba al insomnio sin despertarme,
descolgado en una explosión sin rumbo,
un cometa un animal que necesita
reconstruirse en una de mis costillas.
Estas palabras no son escritas antes de pensarlas
y no tuvieron felicidad o dolor,
ese misterio ya no lo entiendo ni como raíz.
La libertad me llena de ignorancia
y de lejos puede que mis padres no sepan perdonarlo
si ellos aún duermen el mismo silencio por separado.
Juan Carlos Recio
NY/ Julio del 2010

14 comentarios:

L. Santiago Méndez Alpízar / Chago dijo...

Brother, usted es una regadera de versos, de siempre. A veces deseo que te detengas en el poema: una vez lo tienes lo sueltas, con toda la naturalidad de un 4tº bate. Al final es tu sello.

Fuerte abrazo.

Ch

Anónimo dijo...

bendito reguero de versos..., un abrazo, sonia

Denis Fortun dijo...

Un agucero que se agrdece y cuadra. Siga empapándonos de versos ecobio. Un abrazo

SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Yo solo sé que estoy enamorado, que no me abochorna ni hacer el rídiculo, que esto que siento a veces me mata y a veces me eleva, pero que es una forma de gritar al viento, carajo estoy vivo.

Gracias a todos, mi Chago, mi Sonia, mi ecobio Denis Fortun.

gel dijo...

Abrazos estos poemas como si fueran mios. Gracias por tenernos siempre con esa lírica y que sigas enamorado siempre para que nos alimente. Un gran abrazo de tu hermano del norte.

Mary Rey Perez dijo...

Un poema de amor en Viernes para morir a plazo
Es para mi un gran honor de haber recivido tu regalo.No tengo palabras para decirte lo que siento en realidad.Lo que se, es que entré en la poesia y la vivi comi si hiciese parte de una dimension diferente a la que conocemos en la tierra.Es encantadoradora,triste, y al mismo tiempo,de una felicidad increible.Cuando se termina de leer,se queda uno como al salido de otro mundo.Gracias Juan Carlos,y perdana mi ignorancia.No se si merezco tal privilegio.MIS AMISTADES SINCERAS.

SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Mary uno lo merece todo, a veces una sola vez, a veces todo el tiempo, no lo dudes. Tus palabras también son sinceras de tu lectura y eso se agradece, ok

********************

Gélico, dejate ver, y lo que pintas ahora, también lo sigo porque es muy bueno.

Anónimo dijo...

Juan, lo he leído, es un rosario bendito para rezar por el amor. el deseo, la vida.Sos único.Para mí hacía tiempo que alguien no me regalaba tanta verdad perdida en mis venas, y que de golpe tu poema comenzo a arrebatarme ,del corazón y de mi espíritu .que belleza ese amante, nuestros amantes.Solo tengo una palabra gracias.Me devolviste, pero vivos los momentos de amor de mi vida, pero vivos.

Anónimo dijo...

comentario anterior
Alicia Virginia Fernandez Balboa

Margarita Garcia Alonso dijo...

Juan Carlos, este poema huele el peligro y deja trazas de carbon, ese graffiti antiguo de los amantes "encendidos", estas sulforoso, sensual y sexualmente muy, pero muy vivo. Gracias por el desbordamiento.
besos

Petrosky dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Petrosky dijo...

Juan Carlos, Magnifico poema. Es como una explosión nuclear, o como la música de Puccini a manera de olas de mar sobre la playa que acarician los pies con su vaivén creciente y al final se con que sigue a una Nova. A mi particularmente me habló de consumpcion por amor en noche de pasión. Con admiración. Gracias.

Petrosky dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SENTADO EN EL AIRE Juan C Recio blog dijo...

Me alegro por los comentarios de Marga, Alicia y Pedro López también, gracias por leer acá.