Dibujo cortesía de María López, viuda de René Batista
a Emelina Lucia, la reina.
Siempre puedo padecer a mi madrey comportarme ante ella como si fuera mi hijo.
Cuando su voz respira yo estoy cuerdo
cuando se equivoca me veo ridículo;
lo que nunca hago es ponerla en lo oscuro
como una patria alucinada
ni alzar la voz cuando me interroga
en esas alucinaciones
donde es ella mi claro
en el claro detrás de la neblina..
Siempre estoy feliz
si escribo a su nombre
y amo esa forma romántica
que tiene para vestir el silencio.
He tenido la suerte
de que siendo mi patria
nunca la he visto tras la reja
ni siquiera por temor
a la sequía del jardín
uno de esos veranos
tan ardientes
como la cuerda rota de un tres en el armario;
uno de esos veranos allá lejos
cuando me manda cartas
con una letra de tierra húmeda
-que aún bajo su sombrero
y mientras escarba la mala hierba-
de tanto vapor oscuro
su sonrisa es polvo
y sus ojos se nublan como dos ramas muertas.
Celebro a mi madre
cuando esquiva como una quinceañera
el vaso de ron sobre la mesa
y al amante, que tras el brocal del pozo
la invita a sumergirse
en esas profundidades
que la boca de piedra
tiene siempre abierta al infinito;
y la celebro cuando divide el pan
y se excusa de que el agua sea tan salobre
y de que los peces
estén en la foto de la pared
como secas espinas en tardes que se fueron.
Ya sé que mi madre, y la de ustedes, no es única
y sé que desde un cordel de vidrio
ellas secan nuestras angustias;
pero mi madre es tan mía
como mías son sus derrotas
y aquellos manantiales que sembraba en su jardín
para que la tierra dejara de sangrar
y el aire fuera más tibio que el orine
de algunos de los animales sueltos
que en la perfección de su patio,
trasnochaban.
En los tiempos donde el dolor le afloja
las palabras que el corazón no sopla
me llegan como un susurro
parecidas a un viento leve
por la hendidura
cuando se duerme descalza
ante la puerta de la sala
igual a la res que se echa al mediodía
y en ese resplandor
se eleva para mirar mi paz lejana.
Mi madre asume el coraje
si de golpe: su falda se levanta
y le gusta improvisar estrofas
de esas formas que tienen las campesinas
para empinar sus metáforas
y ver, si por el borde de algún camino
al menos la sombra de uno de sus hijos regresa.
Como la patria que es
mi madre siempre espera
que con las próximas lluvias
todos los ríos se desborden
sin más tragedia
que llevarse los viejos trastos hacia fuera
los desmanes diarios que producen
los juegos de guerra;
y cuando todo se calme
las aguas oscuras cambien
por un sudor transparente
y también
que menos espinas sacudan de su jardín
el polen con el que deberían libar
las caras del prójimo.
En trinidad de Cuba, con la reina
Juan Carlos Recio
NY Mayo del 2010
Juan carlos, este es uno de los mejores poemas que he leido en mi vida....
ResponderEliminarBravo amigo, quien mejor que tu madre para merecer tus musas.
saludos. (por e-mail)
Querido Juan Carlos: No quise responderte antes de leerme tus poemas que son emotivamente tan contundentes que los leí no solo de un tirón sino que me ví obligado a una segunda lectura. No sé si le pase a los chinos o a los australianos, pero en nosotros las vivencias son tan parecidas y las maneras de referirlas que impresiona que lo vivido -o sentido por tí- tengan tanta similituid con tus vivencias (por e-mail)
ResponderEliminarSonia Diaz Corrales08 de mayo de 2010 a las 21:29
ResponderEliminarResp.: Improvisando a mi madre
ya lo he visto, que bien las fotos de tu madre eh?, gracias (por facebook
Francisco Jesús Muñoz SolerEl 08 de mayo de 2010 a las 23:26
ResponderEliminarResp.: Improvisando a mi madre
Que casualidad estuve en el lugar donde os hicisteis las fotos en un mirador sobre el valle de los Ingenios, magnífico marco para una situación especial.
El poema hermoso. (por facebook)
Te doy un 5, bro.
ResponderEliminarUn bello poema que inspira a releerlos y a escribir cosas bellas como esas. Un abrazo norteño y guajiro a la vez.
Lo quiero mucho y no nos dejes sin tu poesía, nunca.
Gélico
http://losrelatosdemauricesparks.blogspot.com/2010/05/el-escritor.html
ResponderEliminarbuenísimo. Muy sentido, ya lo dijeron antes, pero tenía que poner algo aquí luego de versos tan hermosos.
ResponderEliminargumer
Bello poema, Juan Carlos. Un gran homenaje por el día de las madres. Gracias por este obsequio.
ResponderEliminarMay 9, 2010 at 3:11pm
ResponderEliminarResp.: Improvisando a mi madre
Poema hermoso con la Torre Iznaga testigo de un paisaje de canaverales donde un dia fui feliz... y soñé. Y aun recuerdo una direccion centrica como ninguna en la Villa de la Santisima Trinidad, detenida en el tiempo, por la gracia de Dios. Cristo # 1 y la familia Cadalso-Becquer fueron parte de mis dias en tiempos de mocedad... Gracias Juan Carlos.
El 9 de Mayo del 2010 a las 14:52( por facebook)Resp: Improvisando a mi madre. Coincido con Francisco, hermoso poema! un abrazo
ResponderEliminarGracias Juan Carlos, me encanta el material que nos ofreces por este medio. Eres una persona magnifica y te quiero mucho. (por facebook)
ResponderEliminarSin palabras ese poema hondo
ResponderEliminarme deja con lágrimas de madre
detenida viajando por la sangre
escribiendo estas letras en mi fondo.
Bueno es llorar cuando la tarde alivia
cuando la luz aún por la ventana asoma
lágrimas de alegría suave y tibia
que el día en la distancia con regocijo toma.
Gracias a todos de corazón
ResponderEliminarGran poema Juan Carlos!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo JCarlos, con cariño.
ResponderEliminarCh
Hermoso Juan Carlos, gracias
ResponderEliminarUn abrazo