ELOGIO DEL INSOMNIO
Para Félix Lizárraga
Hay, en el sueño, un hondo espacio abierto.
Es inútil mirar: todo sueño es oscuro
como un pozo en la noche, el menos puro
pozo que es también sueño del desierto.
Pero algo en el sueño se agita como un monstruo,
despertando al durmiente en un segundo;
(Algo que no es acaso de este mundo
le revela al durmiente su rostro y el del monstruo
como si los dos fueran ese mismo
rostro que nos dibuja la muerte en el abismo
final de nuestros días). Luego viene el insomnio:
en la espesa tiniebla sus manos se adivinan,
y uno cuenta las horas a ver si ya terminan
ese duelo final de Dios con el Demonio.
VIAJERO, YO.
El barco zarpa y soy aquel viajero
que de pronto me mira desde el barco.
Más que el viajero, soy su mano alzándose
en la luz de la tarde y contra el cielo.
Huésped de lo innombrable: su silencio
es una cuerda ardiendo entre mis manos.
El barco zarpa y soy el miedo entrando
como el agua violenta en el naufragio.
Qué posesión, qué rapto su delirio
hará crecer en mí flores de espanto.
El barco zarpa y soy aquel viajero
o su memoria entrando por los puertos.
Otro mundo me espera: soy la forma
que en el cuadro sin centro busca un ciego
orden de cosas, que es también trasiego
donde no hay ley, ni causa, ni hay la norma.
Otro mundo me espera: los flotantes
cuernos perduran, giran, se deshacen;
nunca sabré con qué metal se hacen
si mientras más cercanos, más distantes.
Otro mundo me espera: la ventana
en su mitad se alza, y mi prodigio
es quedar de este lado de las cosas.
Otro mundo me espera: la mañana
como un umbral de luz hará el litigio
de la noche que muere con las rosas.
El ayer llega a mí desde un futuro
apenas memorable. Hacia atrás
va el río de la vida: la ceniza
de un fuego que persiste en la memoria
hará también del fuego tu ceniza.
Nunca sabré si somos bendecidos
por el tiempo que pasa como un muerto
entre tu sombra y yo. Los misteriosos
dones del ocio breves nos consumen.
Las estancias del miedo nos consumen.
La desnudez de un cuerpo o sus palabras
nos consumen. La luz o su reverso
nos consumen. Tu voz desciende a mí
como una piedra al fondo del abismo,
y ese sencillo acto también puede
salvarnos o perdernos para siempre.
M.
El alzaba la mano y yo quería ser la mano,
o el vacío que su mano dejaba.
Más allá estaba el mundo,
las islas de lo imposible.
El hablaba y yo era la palabra
que él iba a decir cuando sus labios callaban.
y yo era el hambre misma mirándolo con ojos de hambre,
con ojos de bestia endemoniada.
Rozábale la luz a ratos, tímidamente,
y yo era la luz
de un lámpara a punto de apagarse.
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Foto tomada de pérfil Facebook.
Carlos Pintado (Cuba, 1974). Poeta, narrador, ensayista y traductor de poesía inglesa. Ha publicado entre otros libros Habitación a oscuras (Vitruvio, Madrid, 2007). Recibió el Premio Internacional de Poesía Sant Jordi en 2006 por su libro Autorretrato en azul. La editorial Bluebird publicó su último libro Los Nombres de la noche; próximamente saldrá, en Buenos Aires, su libro El Azar y los tesoros. El South Beach Music Ensemble estrenó un quinteto de piano inspirado en poemas suyos bajo la dirección de la compositora norteamericana Pamela Marshall.
Poemas y cuentos han aparecido en varias antologías y revistas de Estados Unidos, Cuba, España, México, Perú, Alemania y Turquía. Textos suyos han sido traducidos al inglés, al alemán y al turco.
Es jefe de redacción de la revista literaria La Zorra y El Cuervo y Licenciado en Lengua y literatura Inglesa. Reside en Estados Unidos.
(Datos del autor, cortesía de Efory Atocha.)
Para leer más sobre el poeta pulse aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=T9voCIyC6AQ
http://www.decirdelagua.com/decirsc5/decirsc5_013.htm
La poesía de Carlos Pintado nos atraviesa el pecho como una jabalina, porque es cierta como la luz. No siempre tenemos entre nosotros a un poeta sublime, por eso a Carlos debemos cuidarlo, comprender su ternura y abrazarlo fuerte.
ResponderEliminarPedro A Assef
me sorprede que sea un muchachito como Carlos Pintado quien escriba poemas tan grandes como esos. Es un gran poeta, sin lugar a dudas. Carlos Pintado, Emilio Garcia MOntiel, KOzer, POnte, Frank A. Dopico, Sigfredo Ariel son representantes de la mejor poesia cubana contemporanea.
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